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El 3 de enero de 2018 entra en vigor la Directiva MiFID II, con un amplio ámbito de aplicación relativo a los mercados de instrumentos financieros. Esta nueva normativa mejora las reglas ya adoptadas por MiFID. Sin embargo, se espera que todavía pasen algunos meses antes de que sea traspuesta al 100% en España. En PBI somos partidarios de aplicar esta nueva regulación desde el primer día y llevamos meses adaptando nuestros servicios y sistemas.

 

¿Qué novedades trae consigo MiFID II y qué habéis hecho para llegar con todo preparado al 3 de enero?

MiFID II establece nuevas reglas de juego para las Empresas de Servicios de Inversión en la UE, que abarcan aspectos muy diversos y algunos muy técnicos. Pero sobre todo, interesa resaltar las nuevas exigencias de trasparencia (suministro de datos), de protección del inversor y de conducta de los participantes en el mercado, que configuran el nuevo marco de prestación del servicio.

En PBI nos hemos reafirmado en nuestra condición de independientes y así nos vamos a declarar con la entrada en vigor de MiFID II. Esto implica, entre otras cosas, que no vamos a recibir incentivos por parte de la gestoras en la comercialización de fondos de inversión. Desde nuestra filosofía, la condición de independencia nos parece indispensable para garantizar la calidad del servicio y la ausencia de conflictos de interés.

Mantenemos también nuestra apuesta por la gestión discrecional de carteras. Desde hace meses lo venimos diciendo: en el nuevo marco regulatorio, los mandatos de gestión discrecional le ganan la partida a la fórmula de «asesoramiento financiero», que se vuelve más costosa en términos de back office, y menos operativa para el cliente medio de banca privada. La gestión discrecional utilizará las llamadas clases limpias, que son mucho más baratas para el cliente.

Además, durante estos meses previos hemos cambiado nuestro modo de tarificar hacia un modelo de tarifa fija, que se determina en función del perfil de riesgo y del volumen que conlleva la gestión. Hemos actualizado también nuestros sistemas para poder hacer efectivo este tipo de facturación.

 

¿Qué son las clases limpias de fondos según MiFID II? ¿Suponen un ahorro?

Las clases limpias o clases MiFID son las nuevas clases de fondos de inversión que van sacando las gestoras. Con la nueva normativa europea, son las únicas que van a poder ser utilizadas en el servicio de gestión discrecional de carteras. Se llaman limpias porque no incluyen en sus comisiones incentivos para el comercializador. En este sentido son sensiblemente más baratas para el cliente y equivaldrían en porcentaje a la tradicional clase «institucional». A medio y largo plazo, el uso de esta clase supone una mejora importante en términos de rentabilidad para el inversor.

El uso de las clases limpias en la gestión discrecional de carteras puede suponer una rebaja de costes tal que compense, por si sola, el propio coste de gestión discrecional.

 

¿Cuándo vais a hacer el cambio a las clases limpias en las carteras de los clientes?

En las próximas semanas implementaremos el cambio en todas las carteras, sin que el traspaso de una clase a otra (de banca privada a clase limpia) suponga coste alguno para el cliente.

 

¿Qué retos deja MiFID II para 2018?

Es necesario que llegue al cliente final toda la información necesaria para que conozca los costes reales que tiene que soportar, en todos los supuestos contemplados. Del mismo modo, el cliente debe conocer si se le presta un servicio independiente o no, y que implicaciones tiene en casa caso.

 

 

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