En su reunión del miércoles 31 de enero, la Reserva Federal dejaba claro dos aspectos: que habrá recortes en los tipos de interés, pero que no será tan pronto como desearían muchos inversores. Por otra parte, oficialmente, daba término al ciclo de ajuste en el que los costes de endeudamiento aumentaban en 525 puntos básicos en tan solo 18 meses.
Sin embargo, la Reserva Federal necesita más datos y mayor certeza. Jerome Powell insistía en que las expectativas del mercado de un recorte tan prematuro como en la próxima reunión, en marzo, eran demasiado optimistas y no representaban el escenario central de la Fed.
El mes en un vistazo
Los indicadores económicos mundiales superaban las expectativas en el mes. EEUU mantenía su liderazgo sobre otras economías con un sorprendente crecimiento del 3,3% en el PIB en el 4ºtrim, con un mercado laboral robusto, un consumo sólido y señales contradictorias de inflación. La Fed confirmaba el final del ciclo alcista de tipos y, al mismo tiempo, anunciaba que se tomará su tiempo para empezar a bajarlos.
En la Eurozona, la actividad económica general se desarrollaba de acuerdo con las expectativas, subía la inflación, bajaban las ventas minoristas, mejoraban los intercambios comerciales y empeoraba la producción industrial. Se percibían señales de que las condiciones monetarias se estarían estabilizando. En efecto, los menores rendimientos de los bonos estarían ayudando a apuntalar la demanda de préstamos. La posible reducción de los tipos de interés por el BCE seguirá vinculada al comportamiento de la inflación. En el Reino Unido, la fuerte caída en las ventas minoristas mostraba una economía sorprendentemente débil. En Japón, la inflación bajaba y la decisión del Banco de Japón de mantenerse a la espera no sorprendía.
En China, la actividad en general se ajustaba en gran medida a las previsiones, con una ligera mejoría, freno en las ventas minoristas y contracción de la inversión inmobiliaria. El primer ministro Li Qiang, en Davos, se reafirmaba en que China no recurrirá a las políticas de grandes estímulos para reactivar la economía. El inusual anuncio de un recorte en los coeficientes de reservas bancarias el próximo mes, subrayaba la preocupación de los responsables políticos sobre la salud de la economía china.