Excepto el Banco de Japón, todos los bancos centrales mostraban mensajes duros la semana pasada en el Foro de Banqueros Centrales en Sintra. Mensajes que profundizaban en la necesidad de medidas monetarias restrictivas y en la idea de mantenerlas durante largo tiempo. Es probable que esto acabe causando un daño significativo a la economía, pero claramente los banqueros centrales habrían llegado a la conclusión de que no habrá un aterrizaje sin dolor.
La encuesta de la Comisión Europea de la semana pasada confirmaba el mensaje de que los servicios alcanzaban ahora al sector manufacturero en la recesión. En Alemania, las intenciones de contratación de las empresas estarían cayendo, lo que auguraba una corrección del mercado laboral.
En EEUU, el informe de inflación de mayo era tranquilizador, pero es probable que la Fed se concentre en las señales de que el exceso de demanda aún no se ha solucionado. Sin embargo, el consumo se ha mantenido prácticamente estable desde febrero, principalmente porque la tasa de ahorro está aumentando. Al igual que el BCE, la Fed se está centrando actualmente en el mercado laboral.
